lunes, 29 de julio de 2013

"La lingüística es una ciencia", y otras cosas que dan miedo.


(Estáis a tiempo de no seguir leyendo. Si tenéis tanto asco a la palabra "ciencia" como yo, quizá sea mejor dejarlo aquí... O no. Algún día habrá que superar traumas.)

Tan pronto y ya hablando de miedos... Pero es que las palabras "lingüística" y "ciencia" juntas en una misma frase me dan auténtico terror. O al menos eso sentía al principio de comenzar a estudiar esta carrera.

Me metí felizmente en ese paraíso de letras en inglés después de haber pasado por las ciencias sociales y la economía floja de Derecho, y me sentía a salvo de ciencias técnicas y complejas, de esas que mi cabeza se niega a entender y en las que nunca veo lógica... Hasta que me encontré con las teorías lingüísticas y todo ese mundo misterioso creado en torno a ellas.

Mi gran amigo Chomsky (amigo en el peor sentido de la palabra, si es que puede tenerlo), ese señor que parece estar metido en todas partes, en todas las disciplinas, revolucionó el mundo de la lingüística con un planteamiento innovador, la Gramática Generativa (o Generativismo), en el que el lenguaje y su conocimiento se ponían a la misma altura que el resto de ciencias, otorgándoles la importancia que realmente creo que se merecen, y también cierto estatus.

Todo bien hasta ahí. Bravo, Chomsky, todo hay que decirlo... Pero es cuando salen otros expertos contradiciendo esas teorías cuando uno se da cuenta de sus fallos. Para ti todo es ciencia (otro escalofrío más según escribo esa palabra), y has olvidado lo que, como amante de las ciencias sociales que soy, valoro más del lenguaje: su uso. ¡EL USO! ¡La aplicación a la vida cotidiana! Este es el punto de vista del Cognitivismo, y ah, creo que me enamora... Los científicos de las letras comienzan a caerme bien.

El tema empieza a tener un enfoque más práctico, más realista. No se limita a teorías pseudocientíficas que son eso, pura teoría, con una dudosa aplicación práctica. Siempre he pensado que una ciencia que no se amolda a la vida real es una pérdida de tiempo... Pero bueno, yo soy una radical y una vaga (reconozcámoslo), y todo lo que lleve la palabra "ciencia" me espanta de tal manera que soy capaz de inventar cualquier excusa para evitarla. No me juzguéis. Traumas tenemos todos.

Bien, el Cognitivismo parece ser lo mío, eso ya lo tengo claro. Aunque dentro de él pululan otras corrientes que imagino son básicamente lo mismo: Experiencialismo, Lingüística Funcional... Y personajes como Dik o Halliday, que casi se han convertido en viejos conocidos, y aliados de mi cruzada en contra de las ciencias no prácticas.

Una vez dentro de este mundo, una descubre que, como cualquier otra ciencia (vaya, creo que ya empiezo a encontrarme mejor según digo esa palabra), la lingüística es difícil. No hay que engañarse. Será de letras, pero no hay más que gráficos y esquemas que prometen ser claros y explicativos, pero que necesitan unos treinta vistazos para comprender realmente lo que quieren decir. Me gustaría conocer a algún valiente que me explique qué son los esquemas de imagen, porque meses después aún sigo sin saberlo... Eso sí que es una duda existencial, no las que aparecen en esas memeces de los libros de autoayuda y los panfletos religiosos. Aquí hace falta fe para creer. "I want to believe", rezaba aquel poster de Mulder en Expediente X. Y si David Duchovny lo decía...

Nada más que decir. Se me ha acabado el café, y un motor sin gasolina no funciona.

Un último apunte. A los de letras puras, mis más sinceras disculpas. Tenía una espina clavada, pero esto no volverá a pasar. No volveréis a leer nada relacionado con esas ciencias aterradoras. Prometido.

Larga vida y prosperidad. Y buenos días.

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